EL EJERCICIO FÍSICO MODULA EL AMBIENTE TUMORAL
La progresión tumoral
viene determinada en gran medida por el ambiente tumoral. El microentorno del
tumor se caracteriza por tener una vascularización disfuncional que provoca que
el flujo sanguíneo sea heterogéneo y haya zonas hipóxicas, es decir, con poco oxígeno.
Además, la migración de células inmunitarias (NK, linfocitos T) disminuye,
aumentando la presencia de macrófagos asociados al tumor. Este proceso
acelerará el crecimiento tumoral.
La composición del
microambiente del tumor es altamente plástica y se puede modificar a través del
estilo de vida. Así, el sedentarismo se asocia con una concentración elevada en
sangre de factores de crecimiento, hormonas y citocinas pro-inflamatorias
(IL-6, TNFα, proteína C reactiva) perpetuando un ambiente inflamatorio de bajo
grado que acelera los procesos tumorales. Por el contrario, el ejercicio
estimula la regulación autocrina, paracrina y endocrina de diferentes órganos
mediante la secreción de diferentes miocinas y hormonas que inducen un ambiente
anti-inflamatorio sistémico y antitumoral. El ejercicio es capaz de modular el
ambiente del tumor mejorando los procesos de angiogénesis no patológica,
incrementando así la vascularización y perfusión tumoral, lo que reduce la
hipoxia en el microentorno del tumor. Además, promueve la infiltración de
células inmunes antitumorales (NK, linfocitos T y macrófagos M1) y reduce la
inflamación de bajo grado. Esta reprogramación del ambiente tumoral por el
ejercicio se relaciona con una reducción del riesgo de desarrollar varios tipos
de cáncer, así como con la mejora del pronóstico durante el tratamiento de la
enfermedad.
REFERENCIA
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Actividad
Física, Fisiología, Salud /por Adrián Castillo García
·
Koelwyn, G. J., Quail, D. F., Zhang, X., White, R. M., & Jones, L. W.
(2017). Exercise-dependent regulation of the tumour microenvironment. Nature Reviews Cancer, 17(10),
620.