LA REGULACIÓN DEL pH EN NUESTRO ORGANISMO
La Homeostasis es la colección de fenómenos de autorregulación que dispone nuestro organismo para mantener el equilibrio interno frente a los cambios externos.
La regulación continua de la temperatura corporal o la de la glucosa son ejemplos que nos muestran la sofisticación del cuerpo para mantenerse en equilibrio.
En esta breve presentación nos centramos en especial en la homeostasis ácido-base o regulación del pH en el organismo.
El pH (potencial de Hidrógeno) es un parámetro que indica si una sustancia es ácida o básica/alcalina. Partimos de que 7 es un valor de p H neutro, por debajo será ácido y por encima alcalino o básico.
El pulmón y el riñón son los dos órganos principales que ayudan a mantener el pH correcto en la sangre. A través de la respiración pulmonar: el aumento o disminución del CO2 aumenta o disminuye el pH en sangre y desde el riñón: este libera o retiene ácidos a través de la orina.
Por otro lado, el cuerpo dispone de otras fuentes de compensación para equilibrar su pH, estas son las reservas minerales que tenemos en los huesos y en los dientes.
Para ayudar al organismo en su constante trabajo de autorregulación debemos ser conscientes de los hábitos que desequilibran esta balanza: el estrés, las sustancias/alimentos tóxicos, el poco descanso o la mala gestión emocional, entre otros, acidifican nuestro organismo; por el contrario, cuidar nuestra alimentación, el ejercicio físico moderado, el agua de mar, o generar relaciones humanas saludables nos ayudarán a equilibrarlo.
